domingo, 14 de junio de 2009

El Neoliberalismo En México

El neoliberalismo, o también conocido como institucionalismo o modelo neoliberal, es un término que se define como aquella teoría política con la que se pretende lograr la máxima reducción de la intervención del Estado. Se encuentra asociado al libre mercado y al capitalismo, en términos económicos.
El término es muy general y poco específico; por lo mismo es muy mal utilizado y raras veces comprendido. En Latinoamérica, por ejemplo, las agrupaciones de izquierda utilizan el término como blanco de críticas contra la globalización, el capitalismo y el libre mercado, incluso para fines de críticas ecologistas, sin especificar claramente que es lo que entienden por el modelo neoliberal, cosa necesaria como veremos dada la amplia gama de modos en los que se puede presentar.
El modelo neoliberal es un movimiento político que encuentra su origen durante los años 80, como resultado de los problemas con otros modelos; economistas como Milton Friedman, Friedrich Hayek, Ludwig von Mises y Carl Menger sentaron las bases teóricas para la aplicación de la nueva propuesta. Entre los adherentes al nuevo consenso hay diferencias en la forma y la profundidad con que aplicar el modelo, por eso es que es término neoliberal en la actualidad es extremadamente amplio. Por ejemplo a la serie de medidas tomadas durante la década de 1990 por los Estados Unidos se les agrupa llamándolas el "Consenso de Washington", que rescatan algunos aspectos del neoliberalismo, como la disminución en la intervención del estado en materias económicas, pero que siguen apoyando el funcionamiento de un estado desarrollado en otras materias.
Desde otro punto de vista se puede entender el neoliberalismo como un movimiento que surge a modo de respuesta de carácter liberal al realismo. Aún cuando surge como respuesta a ciertos aspectos opuestos al realismo, ambos movimientos comparten la idea de que las diferentes naciones actúan por interés propio, sin embargo, se oponen a la mirada pesimista que los realistas realizan en torno a la imposibilidad de la cooperación mutua entre los diferentes países del mundo, planteando, por su parte, que las naciones pueden participar unidas por una misma causa, a fin de obtener mejores resultados en relación a sus objetivos e intereses.
Dentro de las ideas base del neoliberalismo se encuentra el énfasis en el desarrollo económico de las naciones, logrando el crecimiento máximo de la producción nacionales. Todo esto se plantea a fin de lograr enfrentar con éxito los conflictos tanto económicos como sociales. El desarrollo económico del neoliberalismo se logra a través de un mercado dinámico en el que existe una fuerte actividad por parte del sector privado y en el que el gobierno presente actúe como un organismo subsidiario mínimo, y no como un actor que juegue el rol de control, en otras palabras, será efectivo un gobierno que se posicione desde la suplencia mínima.
Los partidarios del movimiento neoliberal plantean que la cooperación internacional es un excelente camino para la efectiva resolución de conflictos para lo que, además, se puede contar con el apoyo y la ayuda de organizaciones internacionales como la ONU. Se plantea además que a través de la cooperación mutua, el trabajo a largo a plazo puede resultar más positivo que centrándose en los logros individuales en el corto plazo.
Dónde, cuándo y bajo que gobierno fue la primera experiencia neoliberal?
La primera experiencia neoliberal sistemática del mundo fue en Chile, bajo la dictadura de Pinochet, una década antes de Tatcher. El cual aplicó su programa de una manera dura, con desregulación, desempleo masivo, represión sindical, redistribución de la renta en favor de los ricos, privatizaciones de los bienes públicos. El neoliberalismo chileno presuponía la abolición de la democracia y el establecimiento de una dictadura. A diferencia de las economías del capitalismo avanzado bajo los regímenes neoliberales en los 80, la economía chilena creció rápidamente bajo el régimen de Pinochet y siguió creciendo con los gobiernos pospinochetistas de los últimos años. América latina suministró la experiencia piloto del neoliberalismo del Este pos-soviético, como el caso de Bolivia, en 1985, Jeffrey Sachs, perfecciono su tratamiento de shock, aplicado luego en Polonia y en Rusia. En Bolivia la puesta en marcha de la experiencia no tenia necesidad de quebrar a un movimiento obrero poderoso, como en Chile, sino parar la hiperinflación. El cambio continental del neoliberalismo no comenzó hasta la presidencia de Salinas en México, en 1988 y de la llegada al poder de Menem, en Argentina, en 1989, de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez, en Venezuela, y la elección de Fujimori, en Perú, en el 90. Ninguno de estos gobiernos confeso al pueblo los programas que iban a implementar, es más, Menem, Carlos Andrés y Fujimori prometieron lo opuesto, y Salinas no fue ni siquiera electo, robó fraudulentamente las elecciones. México, Argentina y Perú lograron éxito en corto plazo pero Venezuela fracasó. La diferencia es significativa, la condición política de la delación de la desregulación del desempleo de la privatización de las economías mexicana, argentina y peruana fue una concentración del poder ejecutivo formidable, algo que siempre existió en México, un régimen de partido único, pero Menem y Fujimori tuvieron que innovar con una legislación de emergencia, autogolpes y reforma de la Constitución.

La protección comercial, que caracterizó el período de desarrollo "vía sustitución de importaciones", generó una producción de baja calidad, ya que el mercado estaba cautivo y las importaciones restringidas; y limitó la eficiencia económica y las innovaciones tecnológicas. Las limitaciones mencionadas se fueron eliminando con la apertura comercial, que en nuestro país inicia con el ingreso al Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) en 1986; y continúa con la firma del Acuerdo de Complementación Económica México-Chile en 1992; la firma del Tratado Trilateral de Libre Comercio (TTLC) con Estados Unidos de América y Canadá en 1993, que entró en vigor en 1994; la firma de Acuerdos Comerciales con el Grupo de los Tres (Colombia-México-Venezuela) en 1995; la firma del Tratado de Libre Comercio con Costa Rica en 1995; la firma del Tratado de Libre Comercio con Nicaragua (1988); la firma de Acuerdos Comerciales con Guatemala y Honduras; y los posibles Acuerdos o Tratados Comerciales con el MERCOSUR y la Unión Europea. Lo anterior refleja que el proceso de apertura comercial o del mercado en México es irreversible y se desprende la necesidad de prepararnos para enfrentar los nuevos retos.
El proceso de Apertura Comercial, también se ha caracterizado para la transformación de las barreras no arancelarias (cuotas, permisos, etc.) en arancelarias (tarifas y aranceles), la reducción y eliminación de los aranceles, y la clasificación y control de la prácticas desleales. Los objetivos de la apertura comercial son el mayor acceso a mercados, el control de las salvaguardas y prácticas desleales, y aprovechar las preferencias arancelarias.

Apertura comercial
La ventaja principal de la apertura comercial o de mercados es el incremento en número y amplitud de los mercados para los productos mexicanos. La integración de los mercados, que es parte de la apertura comercial, agudiza la competencia entre los productores, de aquí se desprende que los productores mexicanos deben buscar una mayor eficiencia en la producción y comercialización, lo que traería aparejado una mayor productividad y competitividad.
El ajuste estructural en América Latina
La forma en que se usaron los ingresos del petróleo no permitió sentar las bases para un desarrollo sostenido. La falta de un programa industrial integral y el papel dominante del petróleo en las exportaciones totales hicieron que la economía se volviera muy sensible tanto a las variaciones del precio del petróleo como de las tasas de interés internacionales, dado el pesado servicio de la deuda externa. Además, la política de expansión de la producción petrolera, y el ritmo al que se llevó a cabo la expansión de la capacidad productiva de este sector, significaron un rápido aumento de las importaciones de bienes de capital e intermedios. La combinación de todos los factores antes señalados generó un creciente desequilibrio de balanza de pagos, con el consiguiente aumento de la deuda externa.
Tanto la amortización del principal como el pago del servicio hicieron impacto en las finanzas públicas, y se precipitó la crisis. La inflación, que en 1979 era de 18,2%, para 1980 era de 28,7%, acelerándose en 1981, año en que se situó en 70%. A fines de 1982 llegó a 100%, en tanto que la meta del gobierno era del 75%. El panorama general fue bastante desalentador a partir de febrero de 1982, cuando sobrevino una devaluación del peso del 45%. Aunque se dictaron medidas drásticas para controlar los desequilibrios, la situación se complicó aun más.
El proceso de crecimiento se interrumpió y el PIB tuvo un descenso del
0,5%; la inversión bruta disminuyó 18,7%; el desempleo abierto llegó casi al 10% a fines de 1982, y el peso registró nuevas devaluaciones, llegando a 150 pesos por
dólar en diciembre de ese año. La especulación y la fuga de capitales se exacerbaron, de manera que en septiembre
de ese año se instituyó el control generalizado de cambios y se nacionalizó la banca privada. La crisis de pagos obligó a México a iniciar negociaciones
con el FMI para tener acceso a nuevos préstamos suscribiéndose a un nuevo conve n i o .Aunque ésta no fue la única carta de intención que México firmó con el FMI, (hubo otras como las de 1984 y 1985) los objetivos tuvieron a partir de entonces
una gran similitud y continuidad en el mediano plazo. Aún antes de que el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial
diseñaran sus políticas de ajuste estructural como estrategia de reestructuración global de la economía mundial, México se convirtió en laboratorio
de los proyectos de deslocalización o desmembramiento internacional de los procesos productivos, constituyéndose en uno de los ejes de la renovación tecnológica
en Estados Unidos y de la expulsión de los daños ecológicos generados por la exuberante industrialización del período de posguerra.
Este proceso dio paso a una mayor integración de los estilos y ciclos de acumulación de capital, notablemente a partir del desarrollo de la industria maquiladora y de la reconversión de la planta productiva hacia, el mercado mundial, con su obligada escala técnica en Estados Unidos en relación con alguna transnacional norteamericana. Territorio, población (fuerza de trabajo), economía, y más tarde política y legalidad, se adaptan paulatinamente a las nuevas condiciones de la competencia intercapitalista, en la que Estados Unidos tuvo que disputar y confirmar su supremacía, manteniendo a México, entre otros, como parte de su plataforma de lucha. El modelo económico de fomento a la industria nacional en México, y de fortalecimiento del mercado interno, invierte sus ejes reguladores y se incorpora a la dinámica de reconversión tecnológica y productiva del capital internacional de origen norteamericano. Investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

El ajuste estructural en América Latina Los cambios de modelo y dinámica productiva se
asientan principalmente en cuatro campos: la modificación de los criterios sobre el uso de los recursos estratégicos de la Nación; la reconversión de la industria a la producción de maquila una redefinición sustancial del mercado de trabajo y de la distribución del ingreso; y la reorganización económica del territorio.
Los recursos estratégicos Desde 1938, año en que los recursos petroleros del país fueron expropiados para beneficio colectivo del pueblo de México, la industria petrolera fue un paradigma de la fortaleza y autodeterminación de la Nación mexicana. La política petrolera fue un soporte del desarrollismo, que orientó durante casi cuarenta años el impulso industrializador. El mercado interno creció notablemente, así como la diversificación de la planta productiva, que contó para su protección con petróleo
seguro y barato. Con la expansión creciente de la industria y la ofensiva de la OPEPen el mercado petrolero mundial, el interés norteamericano sobre el petróleo de México cobró nuevo vigor, ya que permitía fortalecer la posición regional de Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de este recurso (Ceceña, 1995), y reposicionarse frente a los productores árabes. El último eslabón de esta batalla lo constituyó la guerra del Golfo. El deterioro de los términos de intercambio de las exportaciones mexicanas y la sustancial descapitalización y precarización del campo -oferente de productos de exportación y bienes salario-, combinados con las presiones ejercidas por el gobierno de Estados Unidos hacia el cambio de la política petrolera mexicana, que restringía en lo fundamental el uso de este recurso a las necesidades internas de desarrollo, dieron lugar a una redefinición de la política económica, ubicando a la industria petrolera como el nuevo motor de la economía, fuertemente vinculado con el mercado mundial y con la captación de divisas. En vez de insistir en el fomento al sector productor de bienes de capital para propiciar un desarrollo productivo más completo que diera solidez a la planta productiva internamente, se optó por reforzar el encadenamiento productivo con el exterior (notablemente con Estados Unidos) en aras
de aprovechar las ventajas comparativas provenientes de las riqueza del subsuelo y los altos precios alcanzados por el petróleo en el mercado internacional. Esto dio lugar a la conformación de una burbuja de bonanza que permitió posponer el estallido de la crisis hasta 1982, momento en el que los precios empiezan a revertirse, en parte por el ingreso del petróleo mexicano en competencia con el de los países de la OPEP.
Durante el auge petrolero (1977/1981) la tasa de crecimiento anual de la economía


Crisis económica de México de 1994

La crisis económica de México de 1994 fue una crisis iniciada en México de repercusiones mundiales. Fue provocada por la falta de reservas internacionales, causando la devaluación del Peso durante los primeros días de la presidencia de Ernesto Zedillo. A unas semanas del inicio del proceso de devaluación de la moneda mexicana, el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, solicitó al Congreso de su país la autorización de una línea de crédito por $20 mil millones de dólares para el Gobierno Mexicano que le permitieran garantizar a sus acreedores el cumplimiento cabal de sus compromisos financieros denominados en dólares.
En el contexto internacional, las consecuencias económicas de esta crisis se denominaron Efecto Tequila. En México también se le conoce como el Error de diciembre, una frase acuñada por el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari para atribuir la crisis a las presuntas malas decisiones de la administración entrante de Ernesto Zedillo Ponce de León y no a la política económica de su sexenio.
Cambios en la política económica
Teniendo que cumplir con las obligaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, México no recurrió a las prácticas tradicionales de los países latinoamericanos en tiempos de crisis (como el control de capitales, lo cual hubiera prolongado la crisis, tal como fue el caso con las crisis sudamericanas del 2001-2002), sino que introdujo controles estrictos en la política fiscal, continuó con su política de libre comercio y libre flotación. El crecimiento acelerado de las exportaciones amortiguó la recesión, y en menos de 10 meses, la tasa de crecimiento mensual del PIB ya era positiva. Para 1996 la economía ya estaba creciendo (llegando a un máximo de casi 7% en 1999), y en 1997 México pagó, por adelantado, todos los préstamos de los Estados Unidos. No obstante, los efectos de la crisis, principalmente causados por las altísimas tasas de interés durante los días de la devaluación (que llegaron hasta el 100%), y que provocaron que millones de familias no pudieran pagar sus préstamos e hipotecas, duraron mucho más tiempo.

Paquete de emergencia
Los Estados Unidos intervinieron rápidamente comprando pesos del mercado para evitar una mayor depreciación del peso, sin embargo esta medida no era suficiente. El presidente estadounidense Bill Clinton solicitó al congreso enviar un paquete de rescate. Sin embargo diversos representantes del Congreso que se habían opuesto al TLCAN veían esta crisis como un resultado del tratado, (aunque para varios de los economistas, la crisis y el TLCAN no estuvieron directamente relacionados). El congreso votó en contra de la aprobación de fondos de rescate. No obstante, algunas personas dentro del Tesoro norteamericano encontraron una vía legal para enviar el rescate por medio del Fondo de Estabilización de Divisas, la cual no requería la aprobación del Congreso de los Estados Unidos. Así, se enviaron de los Estados Unidos $20 mil millones de dólares, a los cuales se les añadieron casi $30 mil millones más: $17 mil millones del Fondo Monetario Internacional, $10 mil millones del Bank for International Settlement, mil millones del Banco de Canadá en forma de swaps de corto término y mil millones más provenientes de diversos países latinoamericanos (entre ellas Argentina y Brasil cuyas economías eran severamente afectadas por los efectos de la crisis mexicana). El dólar se estabilizó a un precio de 6 pesos, y por los siguientes dos años, antes de ser afectado por la Crisis financiera asiática de 1998, se mantuvo entre 7 y 7.7 pesos
Efectos
Los negocios mexicanos que tenían deudas en dólares, o que se confiaron en comprar suministros de Estados Unidos, sufrieron un golpe inmediato, con un despido masivo de empleados y varios suicidios producto de la tensión de las deudas. Negocios cuyos ejecutivos asistieron a las reuniones en las oficinas del entonces presidente Zedillo se ahorraron la pesadilla de la crisis - ya que fueron advertidos, compraron rápidamente una inmensa cantidad de dólares y renegociaron sus contratos en pesos. Para empeorar la situación, el anuncio de la devaluación se dio a mitad de semana en un miércoles, y durante el resto de la semana los inversionistas extranjeros huyeron del mercado mexicano sin que el gobierno hiciera ninguna acción para prevenirlo o desalentarlo hasta el siguiente lunes cuando ya todo fue muy tarde.
El error de diciembre causó tanto malestar en la población que Salinas de Gortari no se atrevió a regresar a México durante mucho tiempo (él hacía campaña por el mundo para encabezar la OMC en ese entonces). El incidente también sirvió para hacer claro que su influencia en la administración de Zedillo se había terminado.
La crisis se propago rapidamente por el contexto latinoamericano, alcanzando lugares tan alejados como Argentina. En opinión de Paul Krugman, sencillamente porque para muchos inversionistas ignorantes todos los países latinoamericanos son iguales. Así que el pánico de lo que había pasado en México se extendió a otros países, que de la noche a la mañana se vieron escasos de fondos y endeudados a corto plazo. Krugman dice que los pecados económicos de estos países eran muy pequeños para tan graves consecuencias.
http://es.wikipedia.org/wiki/Neoliberalismo

miércoles, 27 de mayo de 2009

Mi visión acerca de la política

Como estudiante de preparatoria, para mis amigos, compañeros, personas de nuestra edad jóvenes.
Siento que a algunos ni les interesa saber acerca de la política, pero como jóvenes nosotros debemos de saber, informarnos acerca de la política y de las cosas que suceden en nuestro país, y alrededor del mundo.
Muchos creemos o decimos que un político (cualquiera que sea ) decimos que se dedica a robar, a hacer cosas bajo el agua y terminan por no hacer nada.
La gente desconfía de ello.
Los jóvenes opinan que hoy en día se preocupen menos por la política por una gran desconfianza
Los jóvenes hoy no se involucran porque hace 25 años que son las mismas caras en todos los partidos, no les dan lugar para hacer armas en la política, eso nos trae como consecuencia que tengamos esta mala calidad de gobernantes. No se les ha dado oportunidad de superarse en ningún aspecto, ni social, ni laboral, ni político. Esto es la obra de los que dicen llamarse "grandes"
El conocimiento es poder
y es bien sabido por todos que la educación es el camino hacia el mejoramiento de la economía del país, como bien nos han demostrado los países más desarrollados, mientras mas educación, mejora el estilo de vida de la población, así pues los jóvenes debemos estar cada vez más preparados
Para de esta forma poder criticar las acciones tomadas por nuestros lideres políticos
Y poder así proponer nuevas soluciones para los problemas sociales
Mientras más preparados y más interesados estemos los jóvenes del actuar político, mejor será el desempeño y podremos ser escuchados
No basta con solo criticar las acciones y decisiones tomadas
Tenemos la responsabilidad social de entender, y comprender los problemas del país, y antes que criticar debemos proponer soluciones!!!